Tras la paralización total de las obras, decretado hace más de un año, luego de detectar serias fallas en el diseño del proyecto. Hubo problemas en el estudio de suelo del lugar en el que se iban a anclar las paredes del embalse, debido a que la roca no era apta para dicha instalación.
De acuerdo con una versión emanada del interior de la compañía, las instalaciones de la represa que ya fueron levantadas deberán ser movidas, puesto que la roca en la que se pretendían anclar no es compatible con las estructuras, en otras palabras, la roca no es capaz de soportar la enorme instalación de la obra, que está ubicada en el lugar más lógico para aprovechar la caída y el caudal del río San Pedro.
Otra versión de la compañía descarta todos estos problemas señalando que todo esto será definido una vez que concluyan los estudios respectivos, en marzo. El origen fue una falla de cálculo del equipo que diseñó el proyecto, que no midió bien las características que presentaba la roca. Esto hizo que gran parte del grupo fuera removido.
Además, el gasto total pasó de $202 millones de dólares iniciales -cifra considerada en el estudio de impacto ambiental (EIA), ingresado a tramitación en octubre de 2007-, a cerca de $400 millones de dólares. Incluso, dicen, podría crecer un par de decenas de millones de dólares más.
El monto final, no obstante, está "en revisión". Ello, de acuerdo con la versión oficial de la firma, respuesta que puede obtenerse en el sitio web de Colbún. La unidad generadora, ubicada en el río San Pedro, tiene un diseño original que contempla una potencia máxima de 144 MW, mediante la instalación de un embalse sin regulación.
Previa a la paralización de las obras, la empresa había avanzado el 16% del total del proyecto.
